Esos ojos decían la verdad... su verdad.
La quiso... habría muerto por ella cada día y ella... ella le había herido, le había ignorado... alejándose.
Su cuerpo tembló al ser consciente de la realidad, una realidad muy lejana a lo que su corazón clamaba: ya no volvería a abrazarle.
El calor, la ternura, la pasión que tan familiar le era, habían sido sustituidas por la frialdad, el odio y la venganza.
No volvería a amarla...
Propiedad Merche Diolch ©
precioso!
ResponderEliminar¡Anda! ¿Y eso por qué? Me has dejado con ganas de más :)
ResponderEliminar¡Un beso!
Uys qué triste, ¿no? Espero que haya una esperanza. Siempre la hay :)
ResponderEliminarGracias Noe :D
ResponderEliminarAna hay más, mucho más pero lo poco siempre es mejor :D
ResponderEliminarGracias por comentar
Chus siempre hay esperanza
ResponderEliminarBesitos