Mostrando entradas con la etiqueta Microrrelato. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Microrrelato. Mostrar todas las entradas
Hace un tiempo ya, se puso en contacto conmigo Kelonia Editorial por si quería colaborar en una nueva Antología Solidaria y no pude negarme.
En Deseo eres tú encontraréis grandes autores e ilustradores que ofrecen su pluma por la Fundación Ana Bella, institución que ofrece su ayuda a víctimas de violencia de género.
Mi aportación es un mini relato que titulé Tiempo y que espero que os guste.
Os cuento un secreto... por culpa de él ya ando con la mosca detrás de la oreja para hacer algo muy chulo.
Si queréis saber más o queréis comprarlo PINCHAD AQUÍ
Nos leemos...
Si esos labios me hablasen de secretos compartidos.
Si esas manos me acariciasen como si fuéramos amantes.
Si me regalaras un te quiero, un te amo, un te necesito...
Si compartieras tus sueños conmigo.
Si quisieras...
Si por un solo segundo quisieras mirarme, hablarme...
Si por un solo segundo...
Es duro amar y no ser correspondido.
Es difícil estar a tu lado y que tú no sepas lo que siento.
Es duro ver como le hablas a él, como le tocas, como le besas...
Es difícil ser tu amigo...
Tú mi amiga...
Y mi corazón vacío..
© Merche Diolch
Esos ojos decían la verdad... su verdad.

Su cuerpo tembló al ser consciente de la realidad, una realidad muy lejana a lo que su corazón clamaba: ya no volvería a abrazarle.
El calor, la ternura, la pasión que tan familiar le era, habían sido sustituidas por la frialdad, el odio y la venganza.
No volvería a amarla...
Propiedad Merche Diolch ©
Sus negros ojos la recorrieron de arriba abajo, con lentitud, recreándose en su pecho, donde los enhiestos pezones no le pasaron desapercibidos.

De pronto, elevó la vista hasta fijarla en el dulce rostro de la mujer, al mismo tiempo que uno de sus dedos se movía hacia ella, indicándola que avanzara... que se acercara a él...
La rubia, con pasos dubitativos, se puso en movimiento acompañada de la fuerte respiración de ambos. Desnuda, indefensa, sin nada que la protegiera de la ardiente mirada de su pareja su valor iba menguando...
Se detuvo, atrapó sus manos en un intento fallido de esconderse del escrutinio al que era presa.
-No te tapes. -Tiró de su delicada mano acortando la distancia que les separaba-. No te escondas de mí nunca más.
La boca masculina se cernió sobre la de ella, acallando una muda protesta que no llegó a producirse.
Propiedad Merche Diolch ©
Dejó que sus ojos recorrieran cada curva del cuerpo femenino deteniéndose en aquellos puntos exactos donde quería que ella sintiera su ardoz, su fuego, su pasión...
Elevó la mano para apartar uno de los mechones pelirrojos que se habían desprendido de su recogido y que había decidido aterrizar sobre esa mirada turquesa que le estaba volviendo loco. Fue sólo un contacto leve, pero consiguió arrancar un dulce gemido de entre los rosados labios atrayendo con rapidez la boca masculina que reclamó el ansiado beso. Un acto que le supo a poco hasta que sus morenas manos, las mismas con las que diseñaba cada talla de madera, se deslizaron moldeando la figura de la mujer...
Mírame...
Los dos nos quisimos esa noche.
¿No te acuerdas? o... mejor dicho,
no quieres acordarte.
Mírame a los ojos y niégalo. Niega que no me quieres,
que no estás enamorado de mí y entonces...
entonces te dejaré.
Sufriré, lloraré pero...
pero no te olvidaré porque te llevo impreso en mi corazón.
Yo... ¡Te besé!
Tú... me besaste y los dos...Los dos nos quisimos esa noche.
¿No te acuerdas? o... mejor dicho,
no quieres acordarte.
Mírame a los ojos y niégalo. Niega que no me quieres,
que no estás enamorado de mí y entonces...
entonces te dejaré.
Sufriré, lloraré pero...
pero no te olvidaré porque te llevo impreso en mi corazón.
Propiedad Merche Diolch ©
Estuviste allí... te vi con ella... entre sus brazos y tú... tú la estabas besando.
¿Por qué? ¡¿Por qué?!
Yo te quería, yo... te quiero
No lo entiendo... y si ahora me ves llorar, sí, estoy llorando por tu traición no creas que te voy a perdonar...
No puedo... no quiero volver a sufrir... volver a ver tus manos encima de otra mujer, tus ojos fijos en ella y tus labios... ¡Joder!
¿¡POR QUÉ?!Odio mi vida. Sí, como leéis, la odio. Hay días que sería mejor que ni me levantara de la cama pero no, soy muy cabezota y como tal me levanto, o también puede ser que el perro, desde esa esquina de la habitación, con su cara triste, me haga chantaje para que me incorpore, me vista y le baje a la calle.
Ya estoy despierta. Ya estoy vestida. Ya... ya no puedo volver a la cama (aunque quisiera).
Hoy es uno de esos días, bueno hoy y ayer, y antes de ayer, y el fin de semana.... no acabaría. Es un año malo, muy malo y esos momentos en los que parece que nada puede ir peor, zas, te tropiezas y vuelves a caer, cada vez más profundo. Una caída libre sin paracaídas y sin freno.
Estoy cansada de levantarme, de mostrar esa sonrisa que... cada día aparece más tarde y que el brillo de mis ojos ha desaparecido siendo sustituido, más a menudo, por la lágrimas que van pudiendo conmigo.
Una pregunta ronda mi cabeza y no la puedo hacer acallar, ¿por qué? Pero la respuesta es sólo un eco sordo del silencio que la puebla.
Necesito un cambio. Necesito que por una vez, sólo una vez, la Señora Suerte llame a mi puerta y me diga: Ya es tu hora. Es tu momento.
Ding Dong
-Perdonad, creo que llaman....
Propiedad Merche Diolch ©
Estoy cansada, tengo sueño y debería irme a la cama pero no he podido evitar acordarme de ti.
Dicen que mañana va a llover..., ¿te acuerdas? Eran nuestros días preferidos...
En el campo, rodeados de árboles, con el color del otoño en sus hojas.
Aquella alfombra natural donde nuestros pies producían una preciosa banda sonora que nos acompañaba al caminar.
Tus manos entre las mías y tu sonrisa haciendo que mi corazón siguiera el ritmo del tuyo.
Mañana lloverá pero ya no estarás conmigo.
El agua fría será mi única compañera en mi pasear... en mis sueños... en mis días de otoño...
Dicen que mañana va a llover..., ¿te acuerdas? Eran nuestros días preferidos...
En el campo, rodeados de árboles, con el color del otoño en sus hojas.
Aquella alfombra natural donde nuestros pies producían una preciosa banda sonora que nos acompañaba al caminar.
Tus manos entre las mías y tu sonrisa haciendo que mi corazón siguiera el ritmo del tuyo.
Mañana lloverá pero ya no estarás conmigo.
El agua fría será mi única compañera en mi pasear... en mis sueños... en mis días de otoño...
Tus ojos pendientes de los míos
Tu boca formando una sonrisa que... ¡dios!, sabía que me iba a acompañar en mis sueños.
No hacen falta palabras, no quiero mentiras,
no quiero escucharte esa frase tan trillada:
"¿por qué no somos amigos?"
No... no quiero ser amiga tuya si...
si no puedo sentirte, si no puedo tocarte,
si no puedo besar esos labios que roban mis sueños.
Sueños en los que tu lengua entra en mi boca,
tus dientes juegan con mis labios mientras nuestros sonidos,
nuestros gemidos, nuestras manos
nos acompañan en esos sueños.
No... no me hables,
no quiero oír esas fatídicas palabras que me hagan sufrir.
Déjame soñar, déjame ser feliz...
Propiedad Merche Diolch ©
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Social Icons