-No me mires así... ¿No ves lo que me haces? ¿No ves lo que siento? ¿Lo que añoro? ¿Lo que quiero? Te quiero a ti. Te deseo a ti.
No sueltes mi mano. No te alejes de mí. No...
-No entienes qué sucede -negué con mi cabeza-. ¡No quieres comprender!
-¡No! -me abalancé sobre él, aprisionando su cuerpo entre mis brazos-. Tú eres quien no lo entiende -el silencio se adueñó de nuestro espacio-. ¡Mírame! Te quiero....
Una lágrima se deslizó por tu mejilla, una sencilla gota de agua que terminó deteniéndose en mi dedo, que sin control sobre él, había terminado deslizándose por tu rostro.-Pero...
-Bésame. Hazme sentir viva. Quiero poder soñar contigo, con este último beso que... -tus labios se cernieron sobre los míos, impidiendo que siguiera hablando. Presionaban con la ira que tenías acumulada y que querías transmitirme, pero en el instante en el que nuestras lenguas se encontraron, la dulzura hizo su aparición consiguiendo que volvieras a ser mío.
Mío, otra vez.
Propiedad Merche Diolch ©
Con argumentos como el tuyo...a ver quién es el guapo que se va!.
ResponderEliminarCargado de pasión y sentimiento, me gusta Merche.
Besos
mmm...me gusta eso de que te hagan callar con un beso...me encantó!!!!
ResponderEliminarooooooooh!! me encantaaaaaaaaaa
ResponderEliminarPreciosa escena. Pasión en estado puro. Me encanta.
ResponderEliminarAins, Merche, que bonitoooo jopetas, yo quiero que mi marido me calle así cuando discutimos (aunque el problema va a ser que cuando yo discuto no hay dios que me calle ains)
ResponderEliminar¿¿¿No os habéis quedado con ganas de que os den un buen beso??? Yo sí...¡¡¡¡¡¡Alfredooooooooo!!!!
ResponderEliminarme gusta, Merche, está genial. Y después de ese beso, además de callarse, seguro que no se mueve del sitio.
ResponderEliminar¡Qué bonito! ¡Qué tierno! ¡Qué romántico!
ResponderEliminarAsí no se va nadie.