Estamos acabando el mes de marzo y mi vida últimamente es un no parar de fechas que vuelan, citas a las que debo llegar y personajes que se pegan por ocupar el lugar que le corresponde.
Un mes de marzo en el que ha visto la luz Para Regalo, en palabras de los lectores que ya la han leído: una historia muy romántica, dulce y que consigue que no desaparezca la sonrisa de tu rostro en toda la novela, dejando una sensación de felicidad al llegar a la última página.
Y a mí, como comprenderéis, me llena de satisfacción y orgullo —acabo de sonar muy presidente jajaja...— que me contéis todo esto porque eso es lo que pretendía...
La vida es un completo caos pero son las pequeñas cosas con las que nos cruzamos las que consiguen hacernos feliz y los libros, por suerte, logran que nos abstraigamos de lo que nos rodea.
A veces simulamos que somos esos protagonistas que viven miles de aventuras y otras, meros observadores de las historias que protagonizan, pero en el fondo conseguimos que alejarnos de nuestro día a día que, a veces, se hace cuesta arriba.
A veces simulamos que somos esos protagonistas que viven miles de aventuras y otras, meros observadores de las historias que protagonizan, pero en el fondo conseguimos que alejarnos de nuestro día a día que, a veces, se hace cuesta arriba.
Y si encima al leer conseguimos ser felices...
Creo que no podemos pedir más.
Por mi parte, soy muy feliz por todos los mensajes, comentarios y opiniones que me estáis haciendo llegar. Por la tan buena acogida que está teniendo Para Regalo y que solo, desde mi humilde posición, puedo devolveros con un GRACIAS SINCERO.
GRACIAS
Y después de esta entrada nube de algodón de azúcar desde donde me encuentro, desde que se publicó la novela, os abandono para esconderme en mi cueva que hay más historias que cerrar para que puedan ver la luz pronto.
Nos leemos 😍
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